lunes, 20 de octubre de 2014

“EL VERDADERO LIDERAZGO”

“El verdadero liderazgo empieza donde termina tu responsabilidad”

Hebreos 11:24-26 Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, 25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, 26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón 

1.      Moisés renuncio a su derecho de ser el hijo de la hija de Faraón……..LIDERAZGO
2.      Moisés se identificó con el sueño de su pueblo………………………………. SUEÑO
3.      Moisés puso la mirada en el galardón……………………………………………LEGADO

Cuando vemos a los jóvenes en el flagelo de la droga, no es mi  responsabilidad ayudarlos. Mi circulo de responsabilidad esta en mi casa. Enseño a mis hijos los valores esenciales de la vida y eso lo hago porque es mi responsabilidad como padre. No me preocupan los demás jóvenes, porque cada padre es responsable con sus hijos. Sin embargo nace en mi corazón, pasión por ayudarlos y es allí donde empieza el verdadero liderazgo.

 El liderazgo empieza donde termina mi responsabilidad. Es ahí donde asumo una nueva responsabilidad, una responsabilidad que no me corresponde, sino algo más grande y sublime que el mismo deber y compromiso, pasión por la juventud. Esta clase de liderazgo no necesita de una posición, porque el liderazgo no empieza con una posición si no con una pasión y decisión.

Asumes la responsabilidad aun cuando no te pagaran ni un centavo, porque fue una decisión personal, no fue la decisión de un grupo de personas donde te dicen que te tienes que encargar de los jóvenes.

La satisfacción más grande que uno puede recibir es ver la juventud con la que estás trabajando diferente, marcando pautas para las próximas generaciones. Y esto es dejar un legado. Porque el verdadero líder deja legado.

“El verdadero liderazgo empieza donde termina tu responsabilidad, para luego asumir una responsabilidad que no le corresponde”


              Existen dos clases de líderes
1.      Líderes que buscan sus propios beneficios personales. Su propia Sueño o Visión.
2.      Líderes que buscan el beneficio de los demás. Los Sueños o Visión de la mayoría.

Esta última es la que marca la diferencia, porque renuncia a sus propios sueños, negando sus propios placeres. Él o ella van por la mayoría de los sueños de la gente.

·        Moisés se negó a su propio sueño de ser coronado algún día como Faraón, porque este era su derecho y su responsabilidad, sin embargo asumió una responsabilidad que no le correspondía, y se fuere por el sueño de la mayoría de la gente  “la libertad” del pueblo judío.

·        Abraham se negó a su propio sueño de ser rey y sacerdote de Ur de los Caldeos y se fue para convertirse en padre de la fe, logrando que la mayoría siguiera su gran ejemplo y de ser primer creyente, cosa que la mayoría han abrazado ahora.

·        Pablo se negó a su propio sueño de ser el mejor rabino que existe después de Gamaliel su maestro, para convertirse en el enviado a los gentiles para llevar a muchos a la conversión del cristianismo.

·        Manan Magandi se negó a su sueño de convertirse en prominente abogado de la india y se fue por el sueño de la mayoría de su gente, la independencia de la india a manos de los ingleses.

·        Martin Luther King, se negó a convertirse en el mejor pastor protestante bautista, para ir por el sueño de la mayoría de su color, que todos fueran aceptados en cualquier rincón de américa como persona y por el color de su piel.

¿Qué nuevas responsabilidades estas asumiendo? la que no te corresponde, la que otros debían de hacer, pero lo haces como si fueran tuyos, pues déjame decirte que es Dios llamándote a una misión.
 
Para servir a Dios no existe número en el cielo, pues hay más de mil maneras de servir.

No existe un tal ministerio quíntuple esto lo han inventado los hombre, porque no existe solo cinco maneras de servir. Dios no tiene límites para que le sirvas.

¡Animo muchacho!  Toma la carrera sin miedo al fracaso y si fracasas mereces un fuerte aplausos de mi parte, porque nadie experimentara el néctar del triunfo sino fracasa primero en el intento, porque mejor es haberlo intentado que dejar pasar las grandes oportunidades que te da el Señor.

¡Levántate muchacho! Pues antes que tú, los mejores cayeron para realizar una obra excelente porque las obras excelentes se hacen una y otra vez.

Moisés cayo, Abraham cayo, Pedro cayo, sin embargo no se habla de las caídas de estos grandes hombres que hicieron historia, se habla de sus triunfos, porque tu triunfo está ya asegurado en Dios y en el solo debes de confiar.

 

 

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