La grandes del Liderazgo se mide en términos de servicio, y Jesús mismo fue el mejor ejemplo (Mateo 10:45).
Servir es uno de los énfasis principales que encontramos en la Biblia. Existen más de 1.400 referencias al servir en sus diferentes acepciones. Es obvio que las personas más usadas por Dios son las que están más dispuestas a ser servidores. Servir es un estilo de vida, una actitud, una relación. Servir, con voluntad propia, por el bien del otro, perfecciona al que sirve, solo un ser humano que se posee así mismo, puede darse libre y responsablemente a otra persona, servir a alguien, es muestra de gran riqueza interior, porque la auto donación voluntaria para ayudar a los demás, hace que el ser humano sea más hombre, pues se auto posee a tal grado que es capaz de servir a los demás consciente y libremente, logrando que al servir el ser humano se autor realice.
I.
LOS 4 HÁBITOS EN EL SERVICIO.
Al servir, la
Persona desarrolla y consolida principalmente cuatro hábitos (valores):
1. Generosidad: Olvidarse de uno para interesarse en los demás.
2. Discreción: Servir, sin ostentar, sin hacer sentir mal a
quien se sirve.
3. Prudencia: Servir cuando o/y como se debe servir.
4. Amor: Preocuparse por darle a cada quien lo que necesita
sin esperar recompensa.
En las iglesias la
idea de ayudar a otros pierde cada vez más terreno. Algunos sienten que han “servido a Dios” por
haber estado en la Celebración, pero realmente somos nosotros quienes hemos
sido servidos por el predicador o por el maestro, por el grupo de adoración y
los ujieres. El servicio es obediencia agradable y agradecida a
Dios expresada en actos de amor al prójimo (Filipenses 2:4 – 8).
Si usted
puede llevarse bien con la gente, puede ser un líder eficaz. El liderazgo es lo que se hace en relación con
las personas, no algo que se “hace a” o “por” su gente. El liderazgo
relacionado con el crecimiento de la iglesia no es nada más que trabajar “con”
y “por medio” de las personas para llevar a cabo la Gran Comisión. Por lo
tanto, las personas de la iglesia son los recursos de mayor importancia para el
crecimiento. Para ser un líder eficaz, se tiene que creer en el valor de las
personas. Estas no son objetos o simplemente trabajadores para ser mandados.
No son objetos en
los cuales ensayamos nuestras técnicas o “peones de ajedrez” para ayudar al
pastor a alcanzar sus metas de crecimiento. Son personas únicas, creadas a la
imagen de Dios. Son tesoros preciosos confiados a mayordomos; y por
consiguiente, la meta de cada líder debe ser la de capacitar a cada individuo
para cumplir su potencial dado por Dios. Esto a la vez es una responsabilidad
tremenda y una oportunidad. Líder tiene la oportunidad y la responsabilidad de
ayudar a otros individuos a desarrollarse.
II.
DIMENSIONES
DE SERVICIO.
El concepto de
siervo en el Nuevo testamento tiene dos facetas: Actuar en beneficio de los
demás y someterse a un amo.
·
El primero
está representado por la palabra griega Diakonos, empleada
muchas veces a través de todo el Nuevo Testamento, traducida la mayoría de las
veces como “Servidor”, significa también “Ministro” y
“Diacono” (2 Corintios 6:4; Colosenses
1:25; 1 Timoteo 3:12). El énfasis está en servir como una acción, hacer
algo en beneficio de alguna otra persona.
·
La otra
dimensión de la sumisión está representada por la palabra griega Doulos,
empleada aun con mayor frecuencia para referirse al pueblo de Dios. Se traduce
como “Siervo” en sentido de “esclavo” (Filipenses 1:1; Efesios 6:6; 1 Pedro 2:16).
Ese Doulos enfatiza la idea de sumisión.
Para los primitivos cristiano, Jesucristo era Señor (Kyrios) y Amo (Oikodespotes),
y se gozaban en reconocer la posición que tenían como sus esclavos.
·
Una
tercera palabra griega con el sentido de ministro es Litourgos,
que conlleva la idea de alguien que ha sido puesto para un servicio especial al
Estado. Cuando se emplea para referirse a los Cristianos, el énfasis está en la
responsabilidad que les ha sido dada por Dios (Romanos 15:16).
¿Quién quiere ser Doulos, Diakonos o
un Litourgos?
Usted no puede guiar a las personas a menos que las ame verdaderamente. He
visto cantidad de líderes que tienen muchos dones pero fracasaron en puestos de
liderazgo porque no tenían corazón para la gente.
III.
ACCIONES BÁSICAS DE SERVICIO.
Se necesitan cuatro acciones básicas de liderazgo que tienen que ser
empleados según la necesidad de la persona y las circunstancias específicas.
Estas cuatro acciones de liderazgo son:
·
DIRIGIR. El líder provee las
instrucciones específicas y supervisa en forma cuidadosa las tareas por hacer.
La primera Acción, DIRIGIR: Se utiliza cuando las decisiones tienen que
tomarse rápidamente y los riesgos son altos, cuando uno está dirigiendo a gente
sin experiencia que tiene el potencial de llegar a dirigirse por sí solo, y
cuando se está dirigiendo a alguien que tiene pericia pero no conoce bien a la
iglesia, sus prioridades, políticas, o maneras de hacer las cosas.
·
ENTRENAR. El líder continúa dirigiendo y supervisa
cuidadosamente las tareas, pero también explica las razones para las
decisiones, busca sugerencias y reconoce el progreso.
La segunda Acción, ENTRENAR: Funciona mejor cuando uno está dirigiendo a
alguien que tiene capacidad, pero que ha perdido el entusiasmo por su
desilusión. Estas personas han principiado una tarea, pero han descubierto que
es más difícil de lo que pensaban. Necesitan a alguien que escuche sus
preocupaciones, provea perspectiva, alabe su progreso e involucre hasta donde
puedan en la toma de decisiones para renovar su compromiso.
·
APOYAR. El líder coordina y apoya los esfuerzos de los subordinados hacia el
logro de las tareas y comparte la responsabilidad por la toma de decisiones con
ellos.
La tercera Acción, APOYAR: Tiene mayor eficacia con personas de
experiencia que a veces muestran renuencia para contribuir. Quieren ser
incluidas en la toma de decisiones pero no siempre tienen fe en sus propias
ideas y por consiguiente necesitan elogios.
·
DELEGAR. El líder entrega a las personas subordinadas
las responsabilidades para la toma de decisiones y solución de los problemas.
La cuarta Acción, DELEGAR: Es apropiado con las personas que funcionan
con toda eficiencia, personas que son competentes y comprometidas. No necesitan
mucha dirección y frecuentemente proveen su propio apoyo.
Por consiguiente, las preocupaciones prioritarias del líder deben ser
diagnosticar cuál de los estilos es el más apropiado, tratar a la persona en
forma justa por medio de la utilización del estilo apropiado y guiar a cada
persona a lograr el mayor rendimiento posible.
Conclusión:
El servicio, tal
como se presenta en la Biblia, es algo radicalmente opuesto a los valores del
mundo. El creyente que ama a Dios debe despreciar ese falso sistema de valores.
En el Reino de los cielos él es un esclavo, un siervo ¿Qué derecho tiene un esclavo?
¿Sueldo, relaciones, tiempo libre, autoridad, opciones? Ninguno de ellos. El
esclavo no tiene absolutamente ningún derecho. Depende completamente de la
benevolencia de su amo. Solamente los que realmente estén dispuestos a servir,
estarán listos para desplegarse juntamente con Dios en el establecimiento de su
Reino.
Las personas con
las que vamos a tratar en los hogares están ansiosas, deprimidas, solas,
amargadas, atadas, endemoniadas y con muchas otras necesidades. Nosotros somos
los encargados de ayudarlos, a la vez que los conducimos con amor a los brazos
amorosos de Jesús. Comprometámonos a servir a los Santos y a los Amigos y
veremos nuestros ministerios prosperados, engrandecidos y exaltados por nuestro
Señor Jesucristo.
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