miércoles, 24 de diciembre de 2014

LOS CUATRO CANTICOS QUE DAN TESTIMONIO DE LA HISTORIA

Después de un largo silencio, se preguntaba el pueblo de Israel ¿será posible que Dios vuelva a intervenir en la historia?, la voz profética hace mucho que había  cesado. El pecado de Israel aparto la tienda de Yave, la SHEKINA se había escondido entre los cielos, ¡no ha y esperanza en esta difícil situación! Gritaba el pueblo judío. Sin embargo, cuál no sería la sorpresa de los hombres cuando en un pequeño pueblo llamado Belén, se encarnaba la divinidad, y tras una irrupción sobrenatural nacía el Cristo de la historia. En este tiempo, en medio de esa gente, por esos pueblos y a través de esos caminos, bajo esos reyes y al son de la liturgia de esos sacerdotes, Dios volvía a plantar su tienda para habitar en medio de los hombres. Por eso Juan no se equivoca cuando dijo: “y vimos su gloria…llena de gracia y de verdad” (Juan 1:14), la shekina de Dios había llegado.

I.                 EL MAGNIFICAT. Engrandecer. "Engrandece mi alma al Señor" Lucas 1:46. El canto de María.
a.      Dios se abre paso en la historia; el Antiguo Testamento no es un libro terminado, en el Nuevo Testamento cerrara el telón de ese drama iniciado hace muchos siglos atrás, la historia continua, el clímax de los tiempos será el nacimiento del Mesías. María inspirada por el Espíritu Santo, recoge el testimonio veterotestamentario y une una antología poética le da una relectura profética a los acontecimientos pasados y los actualiza a su presente historia (Lucas 1:46). Para María es fácil ver en la historia el trabajo de Dios. Su canto sigue el método antológico judío de hacer doctrina y poesía, recoge testimonio de varios libros y los reinterpreta dándole un mismo sentido y los aplica a su vida.
b.      Los judíos según la tradición, tienen dos faros que iluminan su historia: Abraham e Israel. El hombre a quien Dios se revelo y el pueblo en el cual su presencia se concretó. El padre Abraham, figura que hablando en términos históricos – teológicos, dio origen al patriarcado donde Dios sentó las bases de su relación con el pueblo mediante el pacto de la circuncisión; e Israel, cuya constitución fue hecha después de salir de Egipto, en medio del desierto camino a la tierra prometida. Para los israelitas, la historia es su religión, es el quehacer teológico de sus maestros.
c.      María une teológicamente tres acontecimiento históricos bajo un solo principio divino: “Dio exalta al humilde…”
·        Primero, Abraham, el arameo errante, fue recogido por Dios.
·        Segundo, Israel, el pueblo esclavo, fue exaltado en presencia del soberbio Faraón.
·        Tercero, María, la mujer humilde, fue bendecida llevando en su vientre al salvador: “porque ha mirado la humildad de su sierva…acogió a Israel, su siervo… y cumplió lo que había prometido a Abraham”
De esta manera, el drama vivido por Israel se fusiona con el acontecimiento de Belén.

II.               EL BENEDICTUS. Bendito. "Bendito el Señor Dios de Israel" Lucas 1:68. El canto de Zacaraias.
a.      Si en el Mgnificat la historia se ve como una línea recta que une tres puntos: Abraham, Israel y el embarazo mariológico; con Zacarías la historia se ve como un circulo que gira en torno a los profetas y sus vaticinios (Lucas 1:68).
b.      En el BENEDICTUS, el nacimiento de Jesús se ve como el sensus plenior de la profecía davinico-mesianica. Si María ve la intervención divina en la sucesión de acontecimiento que hacen la historia, Zacarías  ve la intervención divina en la relación que hay entre la profecía y su cumplimiento, que trasciende todo suceso histórico. “…nos levantó un poderoso salvador en la casa de David su siervo, como había anunciado por boca de sus santos profetas…” Es más, Zacarías ve en el nacimiento de su hijo el renacer de la voz profética que hacía mucho se había apartado: “…y tú, niño (hablando de Juan Bautista), profeta del Altísimo serás llamado…”
c.      Zacarías sacerdote oficiante en el templo, por su oficio debió de mostrar reacio a la tradición profética. Como vimos en el primer capítulo, existía rivalidad entre el clero y el laicado. Los primeros alimentaban la tradición sacerdotal, argumentando que era la única manera de acercarse a Dios, mientras los segundos, hacían lo suyo con la tradición profética, pues un profeta no tenía necesidad de demostrar su linaje y su oficio lo desarrollaba independientemente al sacrificio cultural del templo. Que un sacerdote, en uso actual de sus facultades afirme tal declaración, era fuera de lo común.

III.              EL GLORIA IN EXCELSIS. Gloria en lo alto.  "Gloria a Dios en las alturas" Lucas 2:14. El canto de los Ángeles.
a.      Mientras el apocalipsis miraba al cielo y los ángeles como el fin de su historia, los ángeles miraban la tierra como el escenario de la maravillosa manifestación de Dios. Los ángeles en la creencia judía jugaron un papel importante. Eran estos seres celestiales, aquellos que a los videntes les servían de intérpretes y a los traspasados al cielo de guía. Los ángeles, eran aquellos que anunciaban los designios misteriosos de Dios, y que de alguna manera, eran los únicos mediadores entre el Dios trascendente y la criatura finita.
b.      Esta forma de pensar se inició con Daniel y la literatura tardía del Antiguo Testamento, con la interpretación rabínica y apocalíptica; los ángeles pertenecen a la dimensión esotérica de la religión judía, son los encargados de manifestar a los hombres el misterio oculto.
c.      EL GLORIA IN EXCELSIS (Lucas 2:14), articula el nacimiento histórica de Jesús con la vida celestial, atemporal y eterna, armonizando con el trasfondo escatológico del Antiguo Testamento.
·        La irrupción del ángel en la vida sencilla de los hombres es otro indicativo de ese dispensar de Dios en la historia presente.
·        Los pastores contemplan multitud de ángeles alabando al tres veces santo: “! Gloria a Dios en las altura, ye n la tierra paz, y buena voluntad para con los hombres ¡” Declaraciones de alabanza celestial encontramos en la literatura apocalíptica muy seguidas, pero siempre con una tendencia atemporal.
·        La separación entre acontecimiento terrestre y celestial es marcado en el judaísmo de la época, los ángeles le alaban a Dios porque es su deber simplemente. En cambio el escritor santo, le da una nueva interpretación a la alabanza angelical, los ciudadanos celestiales le alaban a Dios en armonía con un suceso terreno: “el Mesías está naciendo, la salvación está llegando y los ángeles en los cielos están cantando”.

IV.             EL NUNC DIMITTIS. Ahora puedes dejar ir. "Ahora, Señor, despide a tu siervo en paz" Lucas 2:29. El Canto de Simeón.
a.      El anciano Simeón comienza su canto con la siguiente afirmación: “Ahora, Señor, tu promesa está cumplida…” La historia de la Salvación ha llegado a su fin, el drama anunciado por los profetas, revelado por los sabios, esperado por los judíos, se da inicio a luz vista de todas las gentes.
b.      No fue necesario una irrupción cósmica que afecta todo el universo, como creía el judaísmo, la sencillez y humildad con que nació el Mesías desconcertó a muchos: “de Nazaret puede salir algo bueno” (1 Juan 1:46), pero sin embargo hubo alguien que, iluminado neumáticamente, fue sensible al querer divino y en una expresión de júbilo proclamo la grandeza del Mesías: “…a la vista de todos los pueblos, la luz que alumbrara a las naciones y que será la gloria de tu pueblo Israel”
c.      Si en el Magníficat, el acontecimiento mesiánico siguió el hilo histórico de Israel, y en el Benedictus, giro en torno a los vaticinios proféticos, en el Nunc dimittis aparece proyectado a las otras naciones. Israel es un pueblo que se mueve en el escenario de la historia. Lo que Dios realiza en su pueblo será visible en todas partes. Del extraordinario suceso se desprenderá una luz de salvación para todos.
 
Que pasen un feliz navidad...

 

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