I.
EL MAGNIFICAT.
Engrandecer. "Engrandece mi alma al Señor" Lucas 1:46. El canto de María.
a. Dios
se abre paso en la historia; el Antiguo Testamento no es un libro terminado, en
el Nuevo Testamento cerrara el telón de ese drama iniciado hace muchos siglos
atrás, la historia continua, el clímax de los tiempos será el nacimiento del Mesías.
María inspirada por el Espíritu Santo, recoge el testimonio veterotestamentario
y une una antología poética le da una relectura profética a los acontecimientos
pasados y los actualiza a su presente historia (Lucas 1:46). Para María es
fácil ver en la historia el trabajo de Dios. Su canto sigue el método antológico
judío de hacer doctrina y poesía, recoge testimonio de varios libros y los
reinterpreta dándole un mismo sentido y los aplica a su vida.
b. Los
judíos según la tradición, tienen dos faros que iluminan su historia: Abraham e Israel. El hombre a quien
Dios se revelo y el pueblo en el cual su presencia se concretó. El padre
Abraham, figura que hablando en términos históricos – teológicos, dio origen al
patriarcado donde Dios sentó las bases de su relación con el pueblo mediante el
pacto de la circuncisión; e Israel, cuya constitución fue hecha después de
salir de Egipto, en medio del desierto camino a la tierra prometida. Para los israelitas,
la historia es su religión, es el quehacer teológico de sus maestros.
c. María
une teológicamente tres acontecimiento históricos bajo un solo principio
divino: “Dio exalta al humilde…”
·
Primero, Abraham, el arameo errante, fue
recogido por Dios.
·
Segundo, Israel, el pueblo esclavo, fue exaltado
en presencia del soberbio Faraón.
·
Tercero, María, la mujer humilde, fue bendecida
llevando en su vientre al salvador: “porque ha mirado la humildad de su sierva…acogió
a Israel, su siervo… y cumplió lo que había prometido a Abraham”
De esta manera, el drama vivido por Israel se fusiona con
el acontecimiento de Belén.
II.
EL
BENEDICTUS. Bendito. "Bendito el Señor Dios de Israel" Lucas 1:68. El canto de Zacaraias.
a.
Si en el Mgnificat la historia se ve como
una línea recta que une tres puntos: Abraham, Israel y el embarazo mariológico;
con Zacarías la historia se ve como un circulo que gira en torno a los profetas
y sus vaticinios (Lucas 1:68).
b.
En el BENEDICTUS,
el nacimiento de Jesús se ve como el sensus
plenior de la profecía davinico-mesianica. Si María ve la intervención
divina en la sucesión de acontecimiento que hacen la historia, Zacarías ve la intervención divina en la relación que
hay entre la profecía y su cumplimiento, que trasciende todo suceso histórico. “…nos levantó un poderoso salvador en la
casa de David su siervo, como había anunciado por boca de sus santos profetas…”
Es más, Zacarías ve en el nacimiento de su hijo el renacer de la voz profética
que hacía mucho se había apartado: “…y tú,
niño (hablando de Juan Bautista),
profeta del Altísimo serás llamado…”
c. Zacarías
sacerdote oficiante en el templo, por su oficio debió de mostrar reacio a la
tradición profética. Como vimos en el primer capítulo, existía rivalidad entre
el clero y el laicado. Los primeros alimentaban la tradición sacerdotal,
argumentando que era la única manera de acercarse a Dios, mientras los
segundos, hacían lo suyo con la tradición profética, pues un profeta no tenía
necesidad de demostrar su linaje y su oficio lo desarrollaba independientemente
al sacrificio cultural del templo. Que un sacerdote, en uso actual de sus
facultades afirme tal declaración, era fuera de lo común.
III.
EL
GLORIA IN EXCELSIS. Gloria en lo alto. "Gloria a Dios en las alturas" Lucas 2:14. El canto de los Ángeles.
a. Mientras
el apocalipsis miraba al cielo y los ángeles como el fin de su historia, los ángeles
miraban la tierra como el escenario de la maravillosa manifestación de Dios.
Los ángeles en la creencia judía jugaron un papel importante. Eran estos seres celestiales,
aquellos que a los videntes les servían de intérpretes y a los traspasados al
cielo de guía. Los ángeles, eran aquellos que anunciaban los designios
misteriosos de Dios, y que de alguna manera, eran los únicos mediadores entre
el Dios trascendente y la criatura finita.
b. Esta
forma de pensar se inició con Daniel y la literatura tardía del Antiguo
Testamento, con la interpretación rabínica y apocalíptica; los ángeles
pertenecen a la dimensión esotérica de la religión judía, son los encargados de
manifestar a los hombres el misterio oculto.
c. EL GLORIA IN EXCELSIS (Lucas 2:14), articula el nacimiento
histórica de Jesús con la vida celestial, atemporal y eterna, armonizando con
el trasfondo escatológico del Antiguo Testamento.
·
La irrupción del ángel en la vida sencilla de
los hombres es otro indicativo de ese dispensar de Dios en la historia
presente.
·
Los pastores contemplan multitud de ángeles
alabando al tres veces santo: “! Gloria a
Dios en las altura, ye n la tierra paz, y buena voluntad para con los hombres ¡”
Declaraciones de alabanza celestial encontramos en la literatura apocalíptica
muy seguidas, pero siempre con una tendencia atemporal.
·
La separación entre acontecimiento terrestre y celestial
es marcado en el judaísmo de la época, los ángeles le alaban a Dios porque es
su deber simplemente. En cambio el escritor santo, le da una nueva
interpretación a la alabanza angelical, los ciudadanos celestiales le alaban a
Dios en armonía con un suceso terreno:
“el Mesías está naciendo, la salvación está llegando y los ángeles en los
cielos están cantando”.
IV.
EL
NUNC DIMITTIS. Ahora puedes dejar ir. "Ahora, Señor, despide a tu siervo en paz" Lucas 2:29. El Canto de Simeón.
a. El
anciano Simeón comienza su canto con la siguiente afirmación: “Ahora, Señor, tu promesa está cumplida…”
La historia de la Salvación ha llegado a su fin, el drama anunciado por los
profetas, revelado por los sabios, esperado por los judíos, se da inicio a luz
vista de todas las gentes.
b. No
fue necesario una irrupción cósmica que afecta todo el universo, como creía el
judaísmo, la sencillez y humildad con que nació el Mesías desconcertó a muchos:
“de Nazaret puede salir algo bueno” (1 Juan 1:46), pero sin embargo hubo
alguien que, iluminado neumáticamente, fue sensible al querer divino y en una expresión
de júbilo proclamo la grandeza del Mesías: “…a
la vista de todos los pueblos, la luz que alumbrara a las naciones y que será
la gloria de tu pueblo Israel”
c. Si
en el Magníficat, el acontecimiento
mesiánico siguió el hilo histórico de Israel, y en el Benedictus, giro en torno a los vaticinios proféticos, en el Nunc dimittis aparece proyectado a las
otras naciones. Israel es un pueblo que se mueve en el escenario de la
historia. Lo que Dios realiza en su pueblo será visible en todas partes. Del
extraordinario suceso se desprenderá una luz de salvación para todos.
Que pasen un feliz navidad...
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