martes, 8 de julio de 2014

Logos y Rhema

LOGOS Y RHEMA

INTRODUCCIÓN: Hace algunos años, después de un culto en el cual predico un pastor invitado, una señora se le acerco preguntando: ¿Tiene usted pastor una palabra para mí? Él quedó desconcertado, sin saber exactamente lo que ella quería decir, y respondió
simplemente: “NO.” Él no era consiente que por entonces de que  había comenzado a circular una enseñanza que hacia una distinción entre los sinónimos griegos logos y rhema, cada uno de los cuales se traduce por lo general como “palabra”.
La distinción hecha por algunos es que logos es de alcance universal, mientras que rhema es particular. Logos es “objetivo”; rhema es “subjetiva”. El logo es eterno; la  rhema es contemporáneo. Una pretensión importante es que una rhema a menudo es una palabra del Señor dada para una ocasión particular o como dijo un escritor: “una palabra particular para usted”, mientras que en general se identifica logos con las Escrituras. En otras palabras, se ha entender rhema como una palabra hablada y logos como la palabra escrito. Al parecer la hermana buscaba una palabra “rhema”.
Este estudio analiza la pregunta de si el Nuevo Testamento hace  una distinción entre el significado de estas dos palabras. Hay que considerar dos factores fundamentales.

1.       Un sinónimo por definición es una de dos o más palabras o expresiones del mismo idioma que tienen el mismo o casi el mismo significado en algunas o todos los sentidos.
2.       Lo más importante, el uso determina el significado de una palabra.

Por lo tanto, la pregunta importante es si los escritores del Nuevo Testamento empleaban las dos palabras con significados diferentes, o si las empleaban de modo intercambiable. El mejor procedimiento es ver pasajes específicos.

I.                    LA COMPARACION DE LOS PASAJES.
Se emplean ambas palabras en pasajes que se refieren a palabras dichas por Jesús en una ocasión específica. Jesús le dijo a Pedro que fuera al agua profunda y echara las redes. Después de reconvenir a Jesús, Pedro dijo: “más en tu palabra (rhema) echare la red” (Lucas 5:5). Jesús dijo al funcionario real que le vino para pedir la sanidad de su hijo: “Ve, tu hijo vive.” El texto dice: ”Y el hombre creyó la palabra (logos) que Jesús le dijo” (Juan 4:50). Con toda seguridad no hay ninguna distinción de significado entre las dos palabras en esos pasajes.
Se usan las palabras de modo intercambiable en pasajes que hablan del efecto purificador de la  palabra. Jesús dijo: “Ya vosotros estáis limpios por la palabra (logos) que os he hablado” (Juan 15:3). Hablando del mismo tema, Pablo dijo que Cristo santifico la iglesia, “Habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra (rhema)” (Efesios 5:26).
Pedro empleo ambas palabras en el mismo contexto, sin pretender hacer ninguna distinción de significado. Dice en primer lugar: “siendo renacido, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra (logos) de Dios que vive y permanece para siempre” (1 Pedro 1:23). En el versículo 25 dice: “La palabra (rhema) del Señor permanece para siempre.” El hecho de que la rhema del Señor “permanece para siempre” la excluye de la esfera de lo que es de naturaleza  contemporánea o local.
Para dar otra ilustración, veremos los primeros versículos del libro de Jeremías, que  traduzco de la Septuaginta. El versículo 1 dice: “La palabra (rhema) de Dios que le vino a Jeremías.” El versículo 2 dice: “La palabra (logos) de Dios que le vino.” No hay modo en que una persona imparcial pueda decir que se pretende hacer una distinción entre el significado de estas dos palabras.

II.                 LA IGNORANCIA DE PABLO DE UNA DIFERENCIA.
Es obvio que Pablo no reconocía la diferencia de significado que enseñan algunos. Un pasaje muy eficaz es 1 Corintios 12:8, en que el apóstol comienza a enumerar dones espirituales. Al principio de la lista hay dones de una “palabra (logos) de sabiduría” y una “palabra (logos) de ciencia”. Si es correcta la distinción enseñada por algunos, sin duda Pablo habría empleado rhema en vez de logos debido a la naturaleza de estos dones, que son “para el momento”; no se pretende que sean de alcance o aplicación generales o universales.

III.               SOLO UNA DIFERENCIA DE RAICES, NO DE SIGNIFICADO.
Las formas verbales cognadas de las dos palabras también ayudan a ver que no se pretende establecer ninguna verdadera distinción. La palabra corriente para “decir, hablar” en el tiempo presente es lego; el sustantivo equivalente es logos. Pero la palabra lego es lo que en la gramática española llamamos un verbo irregular; la raíz del tiempo presente no se encuentra en otras partes principales del verbo (como, en español, “ir” y su forma pretérita “fui, fue, etc.”). otras partes principales del verbo griego lego (por ejemplo: ero, eireka) vienen de otra raíz, ¡pero no hay ninguna diferencia de significado! La palabra rhema emplea esta otra raíz. El punto es que dos sustantivos sinónimos del griego emplean raíces diferentes. Esto es similar a sinónimos españoles tales como “obtener” y “adquirir” que obviamente no vienen de la misma raíz pero que no difieren en significado.

IV.               CONCLUSIONES.
Las palabras logos y rhema son sinónimos de significado muy parecido, si no idéntico. Se emplean de manera intercambiable en las Escrituras, a veces cuando los escritores bíblicos están hablando de la misma cosa. Tal como sucede en la literatura buena, un escritor puede alternar entre sinónimos por razones estilísticas, simplemente para impartir variedad literaria. Lo que pudiera parecer una distinción legitima y docta entre los dos sinónimos simplemente no resiste al examen del uso de los términos en la Biblia.

A veces el Señor, a fin de satisfacer una necesidad específica, si comunica un mensaje a su pueblo por muchos medios. Pero es arriesgado poner énfasis en lo que algunos llaman una palabra “rhema”. Además del uso inoportuno del termino rhema, hay el constante peligro de que se estime la palabra supuestamente hablada o contemporánea más que se estimen las Escrituras.

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