lunes, 28 de julio de 2014

PRINCIPIOS DE UN TRABAJO EN EQUIPO

Deuteronomio 1:9-18
En aquel tiempo yo os hablé diciendo: Yo solo no puedo llevaros. Jehová vuestro Dios os ha multiplicado, y he aquí hoy vosotros sois como las estrellas del cielo en multitud. ¡Jehová Dios de vuestros padres os haga mil veces más de lo que ahora sois, y os bendiga, como os ha prometido! ¿Cómo llevaré yo solo vuestras molestias, vuestras cargas y vuestros pleitos? Dadme de entre vosotros, de vuestras tribus, varones sabios y entendidos y expertos, para que yo los ponga por vuestros jefes. Y me respondisteis y dijisteis: Bueno es hacer lo que has dicho. Y tomé a los principales de vuestras tribus, varones sabios y expertos, y los puse por jefes sobre vosotros, jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez, y gobernadores de vuestras tribus. Y entonces mandé a vuestros jueces, diciendo: Oíd entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre el hombre y su hermano, y el extranjero. No hagáis distinción de persona en el juicio; así al pequeño como al grande oiréis; no tendréis temor de ninguno, porque el juicio es de Dios; y la causa que os fuere difícil, la traeréis a mí, y yo la oiré. Os mandé, pues, en aquel tiempo, todo lo que habíais de hacer.

1.       UN EQUIPO DE TRABAJO COMPARTIDO. V. 9-12
“En aquel tiempo yo os hablé diciendo: Yo solo no puedo llevaros”
Un equipo de trabajo compartido sabe repartir las funciones a cada integrante del equipo para que el peso del trabajo no sea de uno solo. Compartir y delegar son las palabras claves para avanzar en el reino de Dios. Deberíamos beneficiarnos del consejo de Woodrow Wilson, quien dijo: “No solo deberíamos usar todos los cerebros que tenemos, sino que deberíamos pedir prestado todos los que podamos”. Hechos 6:3: Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. 

2.       UN EQUIPO DE TRABAJO IDONEO. V. 13-14
“Dadme de entre vosotros, de vuestras tribus, varones sabios y entendidos y expertos, para que yo los ponga por vuestros jefes. Y me respondisteis y dijisteis: Bueno es hacer lo que has dicho” 
Un equipo de trabajo idóneo sabe colocar a cada integrante de acuerdo a sus talentos y habilidades. Hay que primero descubrir el talento o dones que posee los hermanos para luego colocarlos en las posiciones correctas ya que al no hacer esto, estaremos provocando un desajuste en la orden del equipo. 1 Crónicas 25:1: Asimismo David y los jefes del ejército apartaron para el ministerio a los hijos de Asaf, de Hemán y de Jedutún, para que profetizasen con arpas, salterios y címbalos; y el número de ellos, hombres idóneos para la obra de su ministerio, fue:” 

3.       UN EQUIPO DE TRABAJO ORGANIZADO. V. 15
“Y tomé a los principales de vuestras tribus, varones sabios y expertos, y los puse por jefes sobre vosotros, jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez, y gobernadores de vuestras tribu” 
Un equipo de trabajo sabe ordenar debidamente a cada integrante para que haga su función correctamente. La cooperación entre los hermano es esencial para la existencia de un equipo de traba organizado. Un equipo fuerte sólo existe cuando hay hermanos capaces de comunicarse y que están dispuestas a actuar conjuntamente para obtener un objetivo común. 1 Corintios 14:40: pero hágase todo decentemente y con orden.

4.       UN EQUIPO DE TRABAJO INSTRUIDO. V. 16
“Y entonces mandé a vuestros jueces, diciendo: Oíd entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre el hombre y su hermano, y el extranjero” 
Un equipo de trabajo sabe capacitarse y entrenarse para realizar sus funciones correctamente, para saber cómo hacer las tareas más excelentemente. No solo es formar un equipo, es también seguir manteniendo al equipo dando la información de cómo se puede mejorar el ministerio. La necesidad de capacitación surge cuando hay diferencia entre lo que una persona debería saber para desempeñar una tarea, y lo que sabe realmente.  Estas diferencias suelen ser descubiertas al hacer evaluaciones de a cada miembro del equipo. 1 Crónicas 25:7: Y el número de ellos, con sus hermanos, instruidos en el canto para Jehová, todos los aptos, fue doscientos ochenta y ocho. 

5.       UN EQUIPO DE TRABAJO JUSTO. V. 17
“No hagáis distinción de persona en el juicio; así al pequeño como al grande oiréis; no tendréis temor de ninguno, porque el juicio es de Dios; y la causa que os fuere difícil, la traeréis a mí, y yo la oiré” 

Un equipo de trabajo justo sabe tratar a cada integrante del equipo como corresponde, porque actúa conforme a los valores universales. El valor de la igualdad debe ser una de las bases en  que debe descansar el equipo, ya todos somos iguales ante Dios. Quizás no realizamos las mismas cosas, pero si nos necesitamos para llevar a cabo la misión. Un cuerpo unido jamás será destruido. Aceptar las personas con sus defectos y virtudes es la clave del éxito para el equipo. Romanos 2:11: porque no hay acepción de personas para con Dios.

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